jueves, 7 de marzo de 2013

Pausa obligada

A  pesar de tener las buenas intenciones de escribir con regularidad,dejé de hacerlo otra vez por motivos de salud.
Sin profundizar mucho sobre el tema,resulta que tengo desde hace varios años un problema en la columna vertebral que desde el mes de Enero de este año se fué agravando, en realidad son varios problemas en un trocito de columna que me dan unos dolores que me incapacitan para hacer mi vida normal.Los últimos meses se me han ido entre estudios diversos,consultas,tratamientos,radiografías,ecos etc etc.todo con el objetivo de volver a sentirme bien y evitar una operación

TU CITA CON LA TUCITA: LA TARÁNTULA EPIFANIA

TU CITA CON LA TUCITA: LA TARÁNTULA EPIFANIA

jueves, 22 de abril de 2010

LA TARÁNTULA EPIFANIA

De la tarántula recuerdo que los técnicos del staff, junto con el encargado de cuidarla, la volteaban panza arriba para hacerla enojar y que sacara las lancetas. Entonces le ponían un palillo pintado de negro y con hilo le inmovilizaban las lancetas.Pero no podían poner el hilo muy apretado para no lastimarla. Lo que entonces sucedía, es que yo agarraba la tarántula y el hilo se caía al suelo junto con el palillo.Y la única protección que tenía era el médico que permanecía en el set todo el día 
Actualmente sabemos que una tarántula como esa si me hubiera picado, no hubiera sido mortal pues es como el piquete de una avispa o una abeja.

Que por cierto unos meses después de esta filmación estando en Cuernavaca con mis padres en un restaurante, me picó una avispa y me puse malísima.

Toda hinchada tuvieron que llevarme a un hospital y como ya se había estrenado la película fue todo un suceso.
las enfermeras y los doctores que estaban de guardia preguntaban si me había picado la tarántula o la víbora.

Supongo que se sintieron desilusionados al saber que había sido una avispa o abeja. 
En realidad no sé qué fue, sólo recuerdo que un bicho entró volando por la ventana que estaba junto a la mesa donde estaba con mi hermana y mis papás, y voló cerca de mí y luego se metió en un vaso vacío.

A mí se me ocurrió poner la mano en el vaso para que no se escapara y poder observarla, pero me picó en la palma de la mano. Esa ocurrencia me costó pasar varios días en cama, tomando antihistamínicos hasta que me deshinché.

martes, 20 de abril de 2010

Recuerdos de "La Chabela"

Otra anécdota curiosa que recuerdo es que cuando estaba filmando la escena  del final de la película en la que digo adiós, adiós, adiós
con la Chabela en la mano, 
de repente el señor que estaba encargado de cuidar y alimentar a los animales,(creo que venía de un serpentario de Cuautla),corrió hacia mí y me arrebato la culebra para después ponerla en una cubeta de agua fría.


 Ismael Rodríguez se enojó y le gritó que porque interrumpía la filmación, que había echado a perder la escena. El encargado le respondió que observaba el comportamiento de la culebra y que estaba a punto de morderme por eso había entrado de esa manera. Después de un rato la sacó de la cubeta, la secó y me la dio para poder continuar filmando.

También recuerdo que en varias ocasiones cuando era la hora de ir a comer, yo le pedía que me prestara a Chabela porque me gustaba enredarla en mi brazo y ver la reacción de los adultos con los que me encontraba camino al restaurante de los estudios donde acudían los extras, los técnicos y a veces también las estrellas que estaban filmando otras cintas en distintos sets.

miércoles, 14 de abril de 2010

¿NO LES TENÍA MIEDO A LA VÍBORA Y A LA TARÁNTULA?

Ese día filmé con una Guacamaya a la que le daba de comer un plátano y un poco antes de hacer esa escena la guacamaya realmente me asustó, porque estando muy cerca emitió un graznido que me hizo brincar del susto. Durante muchos años la gente me ha preguntado si no les tenía miedo a la víbora y a la tarántula y yo bromeando suelo contestarles que más miedo me dieron los ‘viborones’ que conocí después, pero la verdad es que no, nunca sentí miedo.

Los días que tenía que ir a los estudios eran los días que más contenta me sentía. Todos me trataban muy afectuosamente, supongo que les caía en gracia que era muy platicadora y que no me daba pena nada. Pedro siempre me decía ‘M’ija’ y era muy juguetón y cariñoso conmigo, y con frecuencia le decía a mi mamá: ’Regálemela señora, usted tiene otra hija´. Cosa que a mi madre no le hacía ninguna gracia y varias veces mi madre le respondía que no era un perrito; ‘ES UNA NIÑA. Yo creo que Pedro lo decía sólo para hacer enojar a mi mamá.

Blanca Esthela Pavón siempre iba a filmar acompañada de su papá, la recuerdo como una mujer muy dulce que llegó a tener una muy buena amistad con mi mamá. Recuerdo también a Guillermo Calles, que lo conocían como ‘El Indio Calles’ y hacía el papel de mi cuidador y años más tarde cuando iba a la A. N. D. A. (Asociación Nacional de Actores) y nos encontrábamos, me hacía bromas recordando el parlamento en que yo decía “cuando yo sea grande... lo voy a matar”. Salvador Quiroz, otro de los actores de reparto que hacía el papel del jefe militar, jugaba conmigo cuando no estábamos filmando, y un día le dije te voy a regalar una corbata. Muchos años después cada vez que lo encontraba me decía: ‘¿Qué pasó con mi corbata?’

miércoles, 7 de abril de 2010

LA PRIMERA ESCENA QUE FILME DE "LOS TRES HUASTECOS"

Yo tenía la mejor intención de escribir con regularidad y zas...que se me atraviesa la Semana Santa
y luego,la verdad ni me acordé,es que ya llegué a la edad en que a uno se le olvidan las cosas recientes y empieza a acordarse de los recuerdos de la infancia.aunque para esto del Blog está bien, asi que continuo con el relato.
La primera escena que filmé, fue una de las últimas de la película, sucede en la iglesia cuando estoy con Pedro Infante y me dice ‘Persígnate’, y  yo le pregunto ‘¿Cómo?’. El me dice cómo hacerlo y yo digo
"Voy, voy".
Inmediatamente después hice una escena con Epifania, la tarántula, y cuando regresó mi madre al set y se dió cuenta, puso el grito en el cielo. Se enojó muchísimo con Ismael y le dijo que yo no iba a filmar más, que ella no estaba de acuerdo en que yo jugara con una tarántula viva,
Me tomó de la mano y salimos de los estudios a toda prisa.

Yo no entendía muy bien que pasaba, solo veía que mi mamá estaba muy enojada con Ismael y que le había dicho que ya no iba a regresar. Pero yo si quería volver. El primer día de filmación me había gustado, me había parecido muy divertido, era como cuando jugaba con mi hermana a ser otra persona y yo estaba jugando a ser la hija de Pedro Infante

Al día siguiente Ismael Rodríguez y otro señor, que creo se apellidaba López Portillo y era el asistente del director, fueron a mi casa. Yo corrí a saludar a mi padrino, que me cargó y me dio un beso, pero mi mamá me ordenó salir de la sala y no me dejó escuchar lo que hablaron. Después de que se fueron oí que mamá le decía a mi papa que había puesto no sé cuantas condiciones, entre ellas exigía que estuviera un médico de guardia en el set con suero antivenenoso por si llegaba a picarme alguno de los animalitos y además, Ismael le aseguró que le amarrarían las lancetas a la tarántula para inmovilizarla y que no pudiera picarme.
Al otro día acudí al llamado como si nada hubiera sucedido.
                    

jueves, 25 de marzo de 2010

Después del maquillaje

En cuanto terminaron de maquillarme nos dirigimos a los camerinos para vestirme y después ir al set donde ya estaba Ismael Rodríguez. En cuanto lo vi, corrí a sus brazos porque él era muy cariñoso conmigo y me había dicho que iba a ser mi padrino cinematográfico.

Estando con él le pregunté si me podía dejar jugar con los animales y acusé al  señor que los cuidaba que no quiso prestármelos. Debo decirles que cuando mi mamá leyó el guión de la película lo primero que le dijo a Ismael es que su hija “POR NINGÚN MOTIVO TOCARÍA NI UNA VÍBORA NI UNA TARÁNTULA”, que mandaran hacer unas réplicas para evitar que yo  jugará con los animales.

Y si los hicieron, pero se veían de lo más falsos, así que cuando Ismael escuchó que yo quería jugar con los ‘bichos’ inmediatamente me dijo que sí, que él me iba a dejar que jugara con la tarántula, que se llamaba Epifania y con Chabela que era una culebra. En ese momento yo le pregunté: ¿No hacen nada? ¿No son malas?  Y me dijo, No estas no, las tarántulas güeras son las malas, estas negras no hacen nada.

Yo para más seguridad le pregunté a mi mamá si era cierto lo que decía Ismael y mi madre pensando que no debía desautorizar al director de la película para que yo le hiciera caso y siguiera sus indicaciones, y estando segura de que ya les había advertido que no permitiría que yo tocará a los animales, me contestó: ‘Lo que te diga Ismael es cierto hijita, tú hazle caso en lo que te diga, él no dice mentiras.

Entonces Ismael Rodríguez les pidió a unos ayudantes que se llevaran a mi mamá al restaurante de los estudios para hablar de futuros proyectos cinematográficos para su hija. Mientras tanto, aprovechó para filmar algunas escenas conmigo sin la presencia de mi mamá.